Entre líneas hay una mujer nacida en 1985, en Buenos Aires, que escribe esto mientras su pequeño cuarentenial le pide otro capítulo de Zamba en YouTube.
Mi nombre es Delfina Moroni y soy la mitad visible de este Quiosquito virtual. Desde este rincón de San Cristóbal (el barrio de CABA donde se ubica nuestro depósito y donde escribo, entre cajas, estas líneas), buscamos, más que vender libros y objetos, armar un pequeño universo de lectura, imágenes y preguntas. Soy licenciada en Letras, editora desde hace rato (dos décadas que a veces parecen siglos), docente universitaria, y también una de las cabezas detrás de LaGlu y de la editorial Dícese. Pero no se preocupen: no les voy a hablar en académico. Bastante tengo con las clases.
Este blog es una extensión de todo eso: lecturas, decisiones, obsesiones, preguntas. No va a tener una frecuencia suiza (porque tampoco soy suiza), pero sí una intención: pensar en voz alta lo que pasa entre líneas cuando leemos, seleccionamos, compartimos. A veces será con humor, a veces con rabia, a veces con entusiasmo lector. Y, en el mejor de los casos, será también con ustedes del otro lado.
¿Qué haría Spivacow ante este posteo? ¿Y Jorge Álvarez? Tal vez nada. O tal vez lo subrayarían todo con birome roja y me dirían: “seguí escribiendo”.
Bienvenides a Entre líneas.